APOYEMOS EL DEPORTE!!
Aunque es bastante evidente que los padres son responsables de la educación de sus hijos (y por ello también de la deportiva), no todos los padres lo ponen en práctica. E incluso cuando lo hacen, no siempre es de la manera correcta. Porque cuando nos referimos al deporte infantil debería quedar claro que más importante que ganar es:
Aprender a jugar juntos, experimentando directamente que lo que hace cada uno repercute directamente en el que hacen y harán los compañeros, y viceversa: el sentimiento de pertinencia a un grupo.
Aquí algunas de las manifestaciones de padres, que podemos encontrarnos en nuestro contexto deportivo.
Desinteresados: La característica principal es su ausencia de las actividades. Sin embargo, no sólo el niño, sino también los propios monitores, valoramos positivamente su interés las pocas veces que se manifiesta.
Excesivamente críticos: Continuamente critican a sus hijos y los menosprecian. Nunca parecen estar satisfechos con la participación de su hijo. Dan la impresión de que la actividad es más "suya" que de sus hijos. La crítica constante puede producir estrés y confusión emocional (entre otros) que pueden alterar la actividad... y al niño.
Vociferantes: Se sientan cerca del terreno de juego (algo que NUNCA tiene que ocurrir), despotricando y protestando continuamente y gritando a todo el mundo. Estos gritos, son un mal ejemplo para los niños.
Entrenadores en la banda: Estos padres proporcionan a los jugadores una continua avalancha de instrucciones. A menudo contradicen al monitor y por lo tanto confunden a los jóvenes.
sobreprotectores: Repetidamente amenazan con sacar a sus hijos de la actividad. Tienen miedo de los peligros asociados al deporte. Este miedo puede transmitirse a sus hijos.
Padres útiles: Afortunadamente los padres problemáticos son una minoría. La mayoría de los padres hacen una contribución positiva a las actividades deportivas de sus hijos. Hay una tarea muy especial reservada a los padres: fomentar la participación en deporte, dando el impulso necesario, despertando entusiasmo, ayudando, etc. Sin embargo, a veces este dar ánimos puede escaparse de las manos cuando los padres excesivamente entusiastas quieren convertir a sus hijos en deportistas de alto nivel.
ANIMO!!
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