domingo, 4 de septiembre de 2016

EVANGELIO DEL DOMINGO 4 DE SEPTIEMBRE!!



                                                                 Lectura del santo evangelio según san Lucas (14,25-33):

En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: «Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío. Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: "Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar." ¿O que rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.» 

Palabra del Señor




REFLEXION


 Hay gente que cree que el Cristianismo tiene que venderse barato para ver si así sí lo compre la gente, ¿no? Hay gente que le dice a uno: “Mire, si ustedes rebajaran un poquito el problema ese de la indisolubilidad del matrimonio, y si ustedes rebajaran un poquito eso de los métodos artificiales de anticoncepción, y si ustedes rebajaran el tema del aborto, y si ustedes rebajaran el tema del matrimonio gay, y si ustedes rebajaran...”

Y todo es como quien dice: “Échele agua y agua a eso, diluya, diluya eso, que no sepa a nada y verá que así sí se vende”.

Pero ¿cómo vamos hacer eso con un Evangelio que lo que dice es lo contrario. Lo que dice Jesús es exactamente lo opuesto: que Él quiere tener sabor, que Él quiere ser una opción radical, que Él quiere ser una opción total.

La única conclusión a la que yo he podido llegar es que sólo hay un modo de entender el Evangelio, y es el modo que aparece precisamente en la Cruz: el todo por el todo. Hay cosas que sólo se entienden así: el todo por el todo.

Jesús nos invita a descubrir el tamaño de nuestras necesidades y el tamaño de nuestras respuestas en la lógica del todo por el todo. Los tiempos extremos requieren decisiones extremas. Si alguien está dispuesto a ir hasta el extremo de suicidarse, entonces yo tengo que estar dispuesto a ir hasta el extremo de decir: “Mi vida vale más que la nada”
ANIMO


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