JOVEN.... TU!!...
Hola, Sí deseas un matrimonio feliz, debes comenzar por prepararte bien durante el tiempo de noviazgo.
El noviazgo es un tiempo de preparación y de conocimiento mutuo. Pero, muchas veces, se convierte en un tiempo de desórdenes, en el que Dios está totalmente ausente.
Y Dios es fundamental en la vida de todo hombre que quiere ser feliz y, por supuesto, en un verdadero matrimonio.
Muchos jóvenes tienen una mentalidad pagana. Confunden amor con sexo. Hablan de amor a primera vista y, en un tiempo récord, quieren casarse sin conocerse de verdad.
No faltan quienes se conocen por internet y, en poco tiempo, sin apenas conocerse personalmente, ya quieren formalizar un matrimonio que debe durar para toda la vida.
Es posible conocer a la esposa ideal por internet, pero hay que estar muy seguros y conocerla muy bien, para dar este paso transcendental del que depende la felicidad personal y de los futuros hijos.
Muchos adolescentes, desde los doce años o antes, ya desean tener una novia para poder presumir ante sus compañeros.
¿Para qué desean tener novia a esa edad? ¿Sólo para besarla y abrazarla? ¿No será una señal de inmadurez?
Los noviazgos prematuros terminan rápidamente y, con frecuencia, después de haber tenido relaciones sexuales.
Si esto se repite en varios noviazgos, ¿qué podría decirse de la novia o del novio? ¿Es esa la mejor preparación para el matrimonio?
Lo peor es que muchos jóvenes ya no quieren casarse y sólo quieren convivir sin compromiso.
Otros prefieren tener compañeros sentimentales. De esa manera, aunque no haya amor, pueden satisfacerse mutuamente y, después, separarse sin problema y seguir buscando otras uniones pasajeras semejantes.
Pero así nunca podrán ser felices, porque el matrimonio para ser feliz necesita amor, y el amor verdadero viene de Dios y quiere ser eterno.
En la actualidad, son muy frecuentes estos matrimonios al paso, sin compromiso.
Muchos jóvenes modernos son incapaces de asumir un mínimo de responsabilidad matrimonial.