miércoles, 16 de mayo de 2018

NADIE COMO NUESTRA MADRE


No desaproveches la oportunidad: 


Ahora que tu madre está contigo cuídala, mímala, sé su bastón y fortaleza. Cuídala como te ha cuidado a ti, no te enojes con ella por sus cambios de humor, los años la cansan, los problemas que tuvo que resolver han sido agotadores así como las veces que tuvo que ejercer todas las profesiones del mundo para darte a ti lo que eres ahora. Pero sobretodo respétala, porque verdaderamente jamás habrá nadie que te ame como ella te ama. Su amor por ti siempre prevalecerá, porque eres parte de sus ser, su sangre y ella siempre estará para ti esté donde esté. Cuando los años empiecen a cobrar factura a su cuerpo es cuando más paciencia deberás tener con ella, te contará muchas veces los recuerdos que tiene, y deberás escucharla contarlos como si fuese la primera vez que te los cuenta. Ahora eres tú quien debe protegerla, amarla y valorarla, pues madre hay una sola .


Hay muchas madres, pero ninguna como la nuestra: Es cierto que hay muchos tipos de madres, pero siempre la nuestra será la más maravillosa que la vida nos ofrezca. Ella será nuestra amiga, la que guarda todos nuestros secretos y lava nuestras penas cuando sufrimos mal de amores, la que nos cuida como una doctora cuando estamos enfermas. Con el tiempo apreciamos más a nuestras madres: Los años no pasan en vano para nadie y cada año parecieran pasar más lentamente, las hermosas arrugas en el rostro de la madre son el vivo reflejo de las experiencias que ha vivido. 


No hay otro ser más especial que la madre, no hay ni habrá un amor más sincero que el de una madre. Cuando somos jóvenes muchas veces no sabemos apreciar el valor que realmente tiene la madre y la tenemos como “nuestra amiga”, pero al pasar el tiempo nos vamos dando cuenta de lo mucho que amamos a nuestras madres, mucho más de lo que creímos en nuestra juventud.

 No es algo de lo que nos demos cuenta de un momento para otro, pero siempre llega el día en el que nos percatamos que nuestra madre es lo más grande que hay después de Dios. 

lunes, 12 de marzo de 2018

LA HOJA DE VIDA


En cierta ocasión,  en la parroquia de una ciudad, se iba a celebrar una eucaristía, en la cual se el sacerdote realizaría una oración especial, por aquellas personas, que no  habían podido encontrar un empleo.
Para esto, el sacerdote pido a los feligreses,  llevar  a esta celebración  la hoja de vida personal para bendecirla y de esta menara, solicitar el auxilio del Señor y  pedir que les ayudara en  este  momento adverso de la vida, poder  conseguir un empleo.




Aquel templo se iba llenado cada vez más, las personas llegaban se sentaban con las hojas de vida en sus manos, esperando el momento en el  que el sacerdote hiciera la oración., en la iglesia, todo era alegría, se escuchaban los cantos, hombres y mujeres alabando a  Dios y todo era un ambiente acogedor y sano.

Antes de dar la bendición  final Por fin llegó el momento esperado, LA BENDICION DE LA HOJA DE VIDA.  El sacerdote colocándose en pie pidió a todos los que habían llevado sus hojas de vida colocarse en frente y levantar las manos mientras el estuviese haciendo la oración ..

Todos aquellos que tenían  el deseo de que fueran bendecidas  sus hojas de vida, uno a  uno caminaban y se iban colocando en frente al padre, eran muchos  los que estaban de  pie…
Ya estaba listo para iniciar la oración, cuando de repente  el padre se percata que en medio de las personas, había una joven sin la hoja de vida en sus manos,  al padre le llamo profundamente la atención  y le pregunto a la chica.
 Como es tu nombre..?
        -Emilia respondió la joven
-          Hija….Necesitas o no  un empleo?
         - si respondió la joven ,. Sí que lo necesito, en mi casa la situación está bastante difícil, a                  veces no tenemos para comer o pagar los servicios.
-           Y entonces Donde tu hoja de vida?
-          -  Por qué no la has traído entonces? preguntó el Padre
A lo que la joven respondió:
                      -si padre, si la traje –
- en donde esta no la veo, porque no la levantas?

Porque la hoja de vida que le quiero presentar al Señor, no es la  de mi  perfil profesional,
Hoy le quiero ofrecer   La hoja mi corazón,  que escriba lo que él quiera,  que sea el mi referencia personal,  quiero prestarle al señor es la hoja de vida,  de mi ser, ofrecerle toda mi persona .
No para conseguir un trabajo, sino para que él trabaje en mí  modelando  todo mi ser  y asi poder amarle y servirle…. Porque de que me sirve ganar el mundo entero, si se pierde mi alma.

Un silencio estremecedor se sintió en todo el templo  y agrado tanto al sacerdote aquella palabra de la chica, que le impuso las manos ofreció al Señor aquella intención...
Prosiguió bendiciendo las hojas de vida Y todos volvieron a  sus casas..

Pasaron varias semanas   y  al  sacerdote le entregaron un sobre sellado, que decía:
Esto es para la construcción del templo  a aquí está mi diezmo.
Atentamente 
Emilia: DIRECTORA ADMINISTRATIVA DEL BANCO LA NACION

Reflexion: 

Dios lo que quiere de nosotros es que le obedezcamos y vivamos una vida consecuente con su Palabra y las demás cosas (plata, comida, ropa, posición social, empleo, confort, etc.) vendrán por añadidura.

Autor: MANUEL ALEJANDRO Z.

viernes, 2 de marzo de 2018

NO EXISTE EL HOMBRE PERFECTO, SOLO EXISTE EL BUEN HOMBRE !!


EXISTEN LOS BUENOS HOMBRES?...

Claro que sí... Y no se conocen precisamente en una cama, o por su fuerza física . Así  que
No pierdas más tiempo discutiendo eso...

Te daré 12 Luces para que veas si el hombre que tienes a tu lado es un bueno  o no para tí..




1. ÉL TE HACE SENTIR HERMOSA (POR DENTRO Y POR FUERA).

Como tu pareja, un buen hombre no se olvidará de hacerte sentir hermosa. Un buen hombre no se contenta sólo con decir las palabras. Se asegurará de manifestar sentimientos de belleza del interior de su corazón. Esto incluye la forma en que interactúa contigo física y mentalmente.

2. EVOCA UNA SENSACIÓN DE INSPIRACIÓN.

Un buen hombre siempre tendrá un carácter fuerte e inquebrantable. Como tal, por defecto, el hombre es inspirador en sus palabras y hechos. Nunca deja de evocar sentimientos de inspiración. Un buen hombre inspirará a una mujer a ser la mejor versión de sí misma.

3. ÉL TE APOYARÁ LA MAYORÍA DE LAS VECES.

Un buen hombre entiende la importancia de seguir apoyando y acomodándose a las necesidades de la mujer. Esto no implica ser un “hombre que dice siempre SÍ”, sino un hombre que puede ofrecer apoyo y ayuda cuando la situación lo requiere. Y te dirá también no cuando por sea necesario.






4. SIEMPRE BUSCA  TU REALIZACION PERSONAL.

Un buen hombre nunca se da demasiado crédito. Aunque pueda ser inteligente, un hombre bueno busca siempre; esto puede seas mejor  que aprendas  algo nuevo, asumiendo  tu  propia . responsabilidad . Un buen hombre se enorgullece de mejorar.

5. ÉL TE HACE SENTIR SEGURA.

Sentirse segura es un componente vital para cualquier mujer en su relación. Es deber del hombre asegurar que tales sentimientos estén presentes. En caso de algo desafortunado, un buen hombre siempre defenderá a su mujer.




6. SIEMPRE PARECE HACER LAS “PEQUEÑAS COSAS”.

Sostener la puerta abierta, sacar la silla al sentarse a la mesa, alimentar a los niños, etc. son acciones que señalan que un buen hombre está haciendo “pequeñas cosas”. Nunca está demasiado ocupado para detener lo que está haciendo y ofrecer un pequeño gesto de ayuda.

7. ES HONESTO Y PRÓXIMO.

Un buen hombre no miente, engaña o roba, especialmente a la persona que más ama en el mundo. Un buen hombre no debe sentir ninguna vacilación en decir lo que piensa, independientemente de que lo que tiene que decir sea bueno o malo. Tiene claro que el amor no hace nada indebido.

8. ÉL NUNCA ES ABUSIVO CONTIGO NI CON OTRA PERSONA.

Un buen hombre nunca será física, mental o emocionalmente abusivo a su pareja. Nunca. Además, un buen hombre no instigará un episodio abusivo con nadie bajo ninguna circunstancia. En su lugar, un buen hombre usará la fuerza de su carácter e intelecto para resolver conflictos. Te pedirá perdón sincero cuando  sea necesario acompañado de u verdadero arrepentimiento.


  
9. ÉL ESTÁ A TU LADO DE TODO CORAZÓN.

Cuando un buen hombre expresa su amor, este amor permanece inalterado. Bajo ninguna circunstancia un buen hombre te descuidará, incluso en las situaciones más desafiantes. Un buen hombre no abandonará su deber de estar a tu lado.

10. ÉL TRABAJA PARA GANAR, Y MANTENER, TU CONFIANZA.

Un buen hombre entiende que la confianza, como el amor, no puede ser forzada; Debe ser ganada. Después de ganar la sagrada confianza de la mujer, un buen hombre tomará tal bendición por sentada. Además, un buen hombre nunca pondrá su confianza en duda.

11. ÉL TE PONE PRIMERO EN CADA CIRCUNSTANCIA.

Esto no significa que ceda a todos los caprichos de una mujer. Significa, en la mayoría de los casos, que un buen hombre será desinteresado en sus palabras y hechos. Es la responsabilidad de un hombre poner a su mujer primero, siempre tú serás la prioridad, renuncia a todas por ti.


12 UN BUEN HOMBRE TE LLEVA A DIOS.
No por ser el último punto quiere decir que es el menos importante, aquí el orden no modificará nada.
Un buen hombre no solamente se preocupara por tu apariencia física  , sino que se preocupara sobretodo porque tú tengas un encuentro personal con Diós....Rezará por ti  y Rezará  contigo. Su máxima alegría no solo sera verte de pie delante de él sino verte de rodillas delante de Dios.

Ya tienes aquí Las 12 Luces que te ayudarán a discernir si tu pareja es para ti un buen hombre.
Recuerda que hombres no hay en todas partes.

Ánimo!

miércoles, 21 de febrero de 2018

RELEXION: LA CAJA DE HUEVO





Algunos chicos se habían empezado a dar cuenta que Jorge era diferente. “Quizá debiera haber insistido más con los padres, para que lo enviaran a una escuela especial” pensó la maestra para sí misma.
“Para la próxima clase” dijo la maestra a los chicos del tercer grado, “por favor, traigan en una caja de huevos, algo que represente a la Pascua”.
Al día siguiente, los alumnos llevaron las cajitas de cartón y las dejaron en el escritorio de la maestra. Cuando las acomodaron, ella les dijo que no hacía falta saber quien había traído cada cosa. Secretamente, buscaba proteger a Jorge, quien podría haber estado limitado en la tarea.
Abrió la primera caja. Y salió una mariposa! “Esa es mía!” gritó María. “¡Qué buena idea!” dijo la maestra, ante la carita feliz de la alumna.
“Que hay en la segunda caja?” Era una pequeña piedra recubierta de musgo. “Esa es mía”, dijo Tomás. “Sí, el musgo representa nueva vida” dijo ella, “muy original, Tomás”.
La tercera caja estaba vacía. La dio vuelta y la sacudió. Algunos alumnos se reían. Ella buscó la siguiente, pero Jorge la interrumpió, diciendo “Es mía, es mía!”.
“Si, Jorge, gracias. Pero está vacía…”
“Si, dijo él, el día de Pascua la tumba estaba vacía, y eso nos dió una vida nueva a todos nosotros”.
Unas semanas después Jorge murió repentinamente, de un tumor cerebral.

En su ataúd, sus compañeros de clase pusieron veinte cajitas, todas vacías, recordando así como Jorge había entendido el significado de la verdadera Vida.!

Juan 11:25,26
Le dijo Jesús: Yo soy la resurección y la vida, el que cree en mi, aunque este muerto vivirá.
ANIMO!!

NO ES EL. .. NO ES ELLA .. QUIEN TIENE QUE CAMBAR, ERES TU !!

Si algo te molesta, si alguien te molesta, cierra tus ojos y repítete a ti mismo “no eres tú, soy yo”.
En la terapia a pareja es muy común escuchar a ambos quejarse de lo que el otro debería cambiar, pensando que si el otro cambia, la relación funcionaría mejor. Es muy raro escuchar: “Si yo cambiara este rasgo ó actitud en mí, la relación funcionaría mucho mejor.” Es más fácil exigir que el otro cambie, que estar en la disposición de cambiar.




Toda relación, especialmente la relación padre-hijo, de amistad, de pareja, nos ofrece retos. Es imposible estar de acuerdo en todo, y lo que normalmente tendemos a hacer es tratar de cambiar al otro, pero esto muestra precisamente una limitante personal en nuestra capacidad de aceptar y amar incondicionalmente a nosotros mismos y al otro.
“Es que tú me dijiste” “es que tú no hiciste” “es que si tú cambiaras” “fue tu culpa” “me desesperas” “me sacas de quicio” etc. etc. etc. Estas son solo algunas de las inagotables frases que los seres humanos usamos de forma constante para evadir nuestra responsabilidad y depositar en el otro lo que realmente es nuestro.
Esta increíble tendencia que poseemos de poner afuera lo que es de adentro, está terminando con nuestras relaciones, nuestras familias y por consiguiente, con nuestra sociedad. Siempre prestos a la crítica, al comentario, al juicio, al señalamiento, sin darnos cuenta que cuando mi dedo te apunta a ti, son tres los que están apuntando hacia mí.

Hoy quiero invitarte a reflexionar en cuántas cosas has atribuido a tu pareja, a tus hijos, a tus compañeros, a tus amigos, cuando realmente son aspectos que debes trabajar en ti. Desde tiempos antiguos los pioneros del psicoanálisis ya hablaban de esto, refiriéndose al mecanismo de la proyección, que no es otra cosa, que colocar en el otro lo que en realidad es una imagen de lo que hay en mí. El infiel cela a su pareja; el mentiroso no admite el engaño; el de bajo autoncepto presume superioridad, y así nos la pasamos desplazando hacia nuestros semejantes las más oscuras sombras que cargamos en nuestra vida.


Cada que sientas un malestar hacia una persona y/o sus actitudes, en lugar de juzgarla, en lugar de exasperarte, e incluso, en lugar de alejarte, pregúntate ¿por qué esa persona me está generando esto? ¿qué hay en mí que no quiero reconocer y este ser me lo está haciendo visible? ¿por qué no le tolero? o ¿qué es lo que no soporto en mí y lo estoy viendo en él?
A esto era a lo que se refería Jesús cuando otrora dijera:
“¿Por qué te pones a mirar la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no te fijas en el tronco que tú tienes en el tuyo? Y si tú tienes un tronco en tu propio ojo, ¿cómo puedes decirle a tu hermano: déjame sacarte la astilla que tienes en el ojo? Mt 7, 4-5

Mira por tanto hacia adentro y no mires más hacia afuera. Invierte tu tiempo en trabajar en ti, en hacer una versión mejorada de ti mismo, y pide a Dios por aquellos que te rodean, sea tu esposo, sean tus hijos, sean tus compañeros o ese jefe molesto que crees no soportar más, para que ellos también un día puedan llegar al reconocimiento de sus propios troncos. Pero tú, hazte cargo de lo tuyo. 

ANIMO!!

martes, 20 de febrero de 2018

Los diez mandamientos para tener paz en la familia



1.Ten fe y vive la Palabra de Dios, amando a tu familia como a ti mismo.
2. Ámate y confía en ti mismo, en tu familia y ayuda a crear un ambiente de amor y paz a tu alrededor.
3. Reserva momentos para jugar y divertirte con tu familia, pues el niño aprende jugando, y la diversión aproxima a las personas.
4. Educa a tu hijo en la conversación, en el cariño y el apoyo. Ten cuidado: quien pega para enseñar está enseñando a pegar.




5. Participa con tu familia de la vida de comunidad, evitando las malas compañías y las diversiones que incentivan la violencia.
6. Procura resolver los problemas con calma y aprende con las situaciones difíciles, buscando en todo el lado positivo.
7. Comparte tus sentimientos con sinceridad, diciendo lo que piensas y escuchando los que los demás quieren decir.
8. Respeta a las personas que piensan diferente de ti, pues las diferencias son una verdadera riqueza para cada uno y para el grupo.
9. Da buen ejemplo, pues la mejor palabra es nuestra forma de ser.

10. Pide disculpas cuando ofendas a alguien y perdona de corazón cuando te sientas ofendido, pues el perdón es el mayor gesto de amor que podemos demostrar.