Es duro experimentar la infidelidad , pero lastimosamente
por naturaleza los humanos somos infieles. Si preguntara: ¿Cuántos han
experimentado una infidelidad en el amor ?, seguramente la mayoría me
respondiera que han experimentado dicho sentimiento.
Que duro es ser victima de una infidelidad, pero ¿Será que
también es duro ser infiel?, personalmente pienso que las personas que son
infieles difícilmente se pondrán a pensar en la persona a quien le están siendo
infieles, pues si esto pasara y por amor a dicha persona no caerían en la
infidelidad.
Pero la pregunta seria: ¿Qué provoca la infidelidad?, hay
personas que pasan toda la vida llorando porque piensan que su pareja le fue infiel
por su culpa, porque a lo mejor no lo trato bien o porque a lo mejor no hizo lo
que su “amor” tanto le pedía. Ese es un error tremendo, la infidelidad no tiene
su raíz en lo reservado o reservada que seas con tu pareja, sino que la
infidelidad es provocada por la falta de comunión con Dios que por consiguiente
te lleva a querer satisfacer los deseos de la carne de lo forma que sea y con
la persona que sea.
La persona infiel es seducida por sus propios deseos
carnales que están alborotados por la falta de oración y de comunión con el
Señor, pues no hay otra forma por la cual dichos deseos carnales quieran ser
alimentados de una manera desordenada.
Lo único que si te puedo asegurar es que la Infidelidad JAMÁS te traerá buenas
consecuencias, ni terrenales y menos espirituales, Dios quiere perdonarte, pero
también quiere que ya no vuelvas a caer en el mismo error.
La mujer adultera
había sido infiel, pero Jesús no la acuso, sino que lejos de acusarla la perdono,
pero le dijo: “vete y no peques más”.
Ante
la infidelidad amorosa Jesús te dice hoy a tí: NO PEQUES MÁS
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